UN AÑO MAS, DE PAJAREO POR EXTREMADURA

En esta ocasión os dejo el relato del compañero Alfredo Mirat del viaje que hicimos el pasado fin de semana a nuestra querida Extremadura a grullear.
plantación de olivar, donde antes había un arrozal.

Otro año más llegadas estas fechas tenemos nuestra habitual  cita con Extremadura.
             El pasado fin de semana del  27 y 28 de enero los dedicamos a pajarear por estas tierras con la intención principal de disfrutar de la espectacular invernada de las grullas, que de momento siguen siendo fieles a sus tradicionales cuarteles de invernada, pero… parece ser que a esto de la invernada alguien se está empeñando en ponerle fecha de caducidad y me explico. Ya a mediados de los años 90 esta zona ZEPA-ZEC “Vegas y dehesas del Ruecas, Cubilar y Moheda Alta” y sus alrededores, que es la que habitualmente visitamos y donde se produce una de las mayores concentraciones de invernada de la grulla en Extremadura, sufrió una importante transformación, desapareciendo mucha de la zona adehesa para pasar a tierras de regadío. Pues bien, ahora ha vuelto a sufrir otra transformación con peores consecuencias para las Grullas, todo lo que antes era un paraíso para ellas y se podían ver concentraciones con miles de Grullas, Ánsares y otras muchas especies comiendo tranquilamente en estos arrozales, ahora todo eso “se acabo”. El de la fecha de caducidad lo ha convertido todo en “hectáreas” y “hectáreas” de inmensos olivares y frutales, dejando un paisaje  desolador  y por supuesto cargándose la zona donde estaba  una de las principales fuentes de alimentación de las grullas y otras muchas especies. Pero ya lo dice el refrán. Lo que es malo para unos (las Grullas) seguro que es bueno para (los intereses de unos POCOS).
             Bueno a lo que vamos, dejando a un lado lo de los olivos. La jornada del sábado la iniciamos localizando un par de grupitos de Avutardas, uno de 9 y otro de unas 20, estas también están sufriendo el síndrome de los olivos y cada vez las tienen más acorraladas y se ven bastantes menos que hace unos años. Continuamos recorriendo la zona y a pesar de todos los obstáculos que las están poniendo, hemos visto miles de grullas, unas en las dehesas y otras en los rastrojos, en este recorrido encontramos una grulla muerta colgando de un cable en una línea eléctrica de muy alta tensión, una imagen bastante desagradable. De camino al punto que habíamos fijado para comer pasamos por unos arrozales donde tuvimos la suerte de ver un Pechiazul y una Tarabilla norteña, de esto no hay foto. Cumplido el inciso de la comida, que dicho sea de paso no estuvo mal, recorrimos unas tablas de arroz  y unos rastrojos de maíz en los que otros años estaban cargados de Limícolas y Garzas, pero este año como en el resto de la zona, casi todo lo han inundado de olivos, pero bueno aun tuvimos la suerte de ver varios Archibebes claros y algunas Agachadizas comunes acompañadas de  Andarríos grande y chico, Cigüeñuelas, Gaviotas Reidoras y Sombrías, Garcillas bueyeras, Garceta común, Avefrías y poco más. Lo siguiente en aparecer fueron varios bandos de Ánsares bastante esquivos que enseguida se levantaros,  ya con la tarde empezando a caer nos dirigimos al embalse del Cubilar por recomendación de expertos de la zona, que nos dijeron que este año los dormideros de Grullas están casi todos en la cola de los embalses, una vez situados en un punto del embalse y mientras esperábamos la llegada de las grullas pudimos disfrutar de un Águila Pescadora posada en uno de los árboles secos que hay en el agua “cenándose” una carpa. Las grullas empezaron a aparecer casi al oscurecer y no dejaron de entrar hasta que se hizo de noche, ese corto espacio de tiempo fue todo un espectáculo, el ver llegar por todas partes a más de 3000 grullas y oír sus trompeteos en el silencio de la noche, son momentos que todo amante de la naturaleza y especialmente de las aves tiene que vivirlos, aunque solo sea una vez en su vida. Con el espectáculo finalizado pusimos rumbo a cenar y a dormir.
             La jornada del domingo la iniciamos camino del embalse de Sierra Brava. En este recorrido pudimos disfrutar de varios bandos de Ánsares, Garceta grande y Común, Garza real, Agachadiza común, Andarríos grande y chico muchas Avefrías y Gaviotas reidoras, también aparecieron varios Buitres leonados soleándose en unas piedras y un Buitre negro en vuelo y por supuesto otras rapaces como: Aguiluchos laguneros y pálidos, Milano real, Ratonero, Cernícalos etc. Llegados al embalse de Sierra brava lo que más había eran pescadores, pero bueno por el centro del embalse aun quedaban algunos patos: Ánade real, Ánade friso, Pato cuchara, Porrón común, algún que otro Zampullín y cientos de Somormujos, también vimos varios Aviones comunes. De sierra brava nos dirigimos al Azud de las Ruecas, por el camino muchas Grullas y en el azud poco que contar, lo más interesante algunas Golondrinas comunes, Cormoranes, varias Garzas reales y Garceta común, bueno y una Pescadora volando que seguro será la misma que vimos ayer en el embalse del Cubilar. Continuamos hasta el embalse de la Ruecas y lo único una pareja de Gansos del Nilo, Indiscutiblemente son escapados de su cautiverio en zoológicos o parques y cabe la posibilidad que ahora estén asilvestrados. De camino al embalse de Gargaligas en una pequeña charca había bastantes patos, entre ellos mucha Cerceta común, llegados al embalse de Gargaligas nos encontramos con una concentración de Ánades rabudos de más de 2000, todos como muy nerviosos sin parar de moverse en vuelos cortos por el agua del embalse, también había algunos Patos colorados. Ya de camino a Navalvillar de pela por una zona que la llaman los codos donde habitualmente todo eran arrozales y maíz, pues ahora más  de lo mismo olivas y más olivas, por esta zona lo único que mereció la pena fue un Elanio que lo tuvimos volando encima de nosotros un buen rato. Sin casi enterarnos nos habíamos metido en las 2 de la tarde y tocaba comer algo y además el viento se estaba haciendo bastante molesto, sin perder mucho tiempo buscamos una zona donde no soplara mucho el viento, cosa que no logramos y nos comimos unos bocatas y pusimos rumbo a casa, dando por concluidas estas dos jornadas pajareras por Extremadura, con un balance  bastante positivo a pesar del desencanto que supone encontrarte con este cambio de paisaje que nada tiene que ver con el tu traes en la retina.
             El próximo año volveremos y seguro que también disfrutaremos de esta Extremadura que todavía le queda mucho que enseñarnos.
Solo añadir por mi parte, lo llamativo de la fecha para ver las golondrinas comunes y los aviones comunes y la curiosidad de ver tarabilla norteña y pechiazul en arrozales en Enero. 
Algunas de las fotos más emblemáticas de Jose y de Alfredo:
parte del bando de Avutardas, cada vez con menos ecosistema.


grupo familiar de Grullas


detalle de la pobre Grulla colisionada con el tendido eléctrico 


los esquivos Ánsares


el Archibebe claro


la escurridiza Agachadiza común


la preciosa Águila pescadora

impresionante foto de la  entrada de un grupo familiar de Grullas al dormidero


uno, de los abundantes Bengali rojo.


alejándose de nosotros el Elanio azul


y para terminar el grupo.









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